¿Cómo Cuidar el Agua?

El agua es un recurso viviente de la naturaleza, es parte de nuestra tierra. Su presencia no es sinónimo de explotación, sino de convivencia. No somos dueños de esta, somos amigos; y, como cualquier relación de amistad, es nuestra labor mantener un trato de respeto para un bienestar mutuo.

“La relación que tenemos con nuestras tierras y el agua constituye la base física, cultural y espiritual de nuestra existencia”. Por eso, es momento de abrazar una reciprocidad e iniciar una vida consciente en busca de cuidar nuestra fuente de vida más importante: el agua.

Cuidar el agua es tarea fácil. Significa adoptar un estilo de vida que no requiere de mucho más que actitudes positivas: gratitud, voluntad y solidaridad. Significa situarnos en un mismo nivel con nuestro entorno natural, dejando atrás nuestros intereses propios y actuar para un bien colectivo. El objetivo es manifestarnos ante la naturaleza de la misma forma que esta se manifiesta hacia nosotros. Recibimos; ahora es momento de dar.

¿Por qué decidimos cuidarla? Porque queremos vivir en un mundo sano, queremos calidad de vida y, sobre todo, queremos darle el lugar que le corresponde: “el agua es parte constitutiva de nuestros territorios y recursos ancestrales».

Seres vs. Seres

Todas las necesidades básicas y extraordinarias que tenemos, como seres humanos, se complementan directamente con lo que el universo tiene para ofrecernos. Gracias al extenso sistema natural –mares, ríos, fauna y flora– podemos desenvolvernos como lo hemos estado haciendo durante toda nuestra existencia. Respirar, comer, vestir, tomar una ducha son algunos de los beneficios que tenemos por ser parte de un mundo tan diverso y único como es el planeta tierra.

Si algo le debemos a nuestro entorno es el respeto. Somos seres vivos y necesitamos de otros para subsistir. Estamos a tiempo de crear un entorno de paz y convivencia con el universo; de modo que todos salgamos ganando y aprendamos a vivir un estilo de vida solidario.

El agua es Siwlkw

En una publicación de la UNESCO denominada “El Agua y los Pueblos Indígenas”Jane Armstrong, autora y artista de la Nación Okanagan del oeste del Canadá, dio a conocer un poema bautizado bajo el nombre de “El agua es Siwlkw”. Siwlkw que significa cura. A través de este texto se puede apreciar la labor del agua, su belleza, el poder que tiene de sanar. A continuación te comparto un fragmento.

Siwlkw murmuró ella
es el efluvio es lo subsiguiente a todas las demás cosas
la plenitud del diseño
que se transforma para ser sorbido
continuamente
en forma de largas lenguas rosadas
en esa misma respiración
para convertirse en la dulce bebida
que fluye para convertirse en el cuerpo
una fuente henchida que se renueva eternamente
una canción sagrada
de la madre
que emana vibrante
desde la primera minúscula gota formada de cielo tierra y luz
(…) la lluvia sigue cayendo
en los lugares apropiados
la bruma sin cesar
flota y asciende
al lugar en que corresponde
y la niebla recorre cual fantasma distintas tierras
en el viento fresco del desierto
en que no hay lluvia
y cada gota es más preciosa que la sangre
equilibrando al tiempo (…)

El agua es cura, debemos cuidarla.

¿Cómo cuidar el agua?

A continuación te comparto algunos tips que te enseñarán a usar el agua de forma más consciente. Cuando aprendemos el valor del agua es mucho más fácil apreciarla y cuidarla. ¡Ahora es cuando!

  • Cierra la llave del lavamanos mientras te enjabonas las manos, te lavas los dientes o limpias. Una llave abierta consume hasta 10 litros de agua por minuto.
  •  Cuando te bañes no utilices la tina. Sigue este fácil procedimiento: 1. Prende la ducha 2. Mientras esperas que el agua se caliente, deja caer las gotas en una bañera (agua que podrás utilizar para lavarte los dientes, las manos, la cara, incluso para lavar los platos o regar las plantas) 3. Cuando el agua esté caliente moja tu cuerpo y apaga la llave 4. Jabónate 5. Prende la llave nuevamente y enjuágate.                                                  *Cuando estés en proceso de enjuague, igualmente, deja chorrear el agua en un bañera. Aquella agua recolectada podrá ser utilizada para los baños y sus limpiezas.
  •  No uses el inodoro constantemente, en cada descarga  se utilizan entre 6 a 10 litros de agua.
  • Asegúrate que todas las llaves estén cerradas siempre.

  •  Cuando laves los platos y vasos cierra la pila mientras enjabonas. Te recomiendo que tengas dos baldes en cada lado, así existe mayor control sobre el agua que se utiliza. Puedes destinar el agua recolectada para regar tus plantas o incluso para limpiar el resto de la cocina. (El jabón no le hará daño a tú jardín).
  • Cuando llueva recibe el agua en cubetas. Por cada 10 litros que caen en un metro cuadrado se acumula 1 cm de agua. Aunque no es en cantidad significante, nunca está de más.
  • Para captar el agua de lluvia,  potable, contar con un techo de calamina, lata o metal es ideal. El agua podrá ser almacenada en un tanque y abastecer las necesidades sin problema alguno.
  • En tú inodoro puedes integrar una o dos botellas de agua dentro de la caja para disminuir la cantidad de agua que se utiliza por largada.
  • ¡No botes ni desperdicies el agua! Cada gota cuenta.

Te invito a que pongas en marcha mis recomendaciones. Los pequeños cambios que realices en tu día a día tendrán un gran impacto en tu nuestro entorno.  Además que, por hacerlo, garantizo que te sentirás mucho mejor. Recuerda que el agua es vital, es sagrada, es única, le demos el lugar que se merece: la respetemos.

AlMed: Escritor y productor de contenidos digitales. Le gustan la tecnología, el arte y los emprendimientos de vanguardia. Corresponsal y lector de la suerte.