Qué es y cómo funciona
«A los paceños les reiteramos nuestro compromiso de ofrecerles una alternativa confiable, segura y económica de llegar a su destino de todos los días. También los socios conductores cuentan con nuestro apoyo y orientación sobre su actividad, que no sólo es legítima sino fundamental en la construcción de una ciudad más amable e inteligente.»
Esto es lo que comunica, a modo de presentación la página de Facebook de Uber.
-¿Qué es Uber?-, pregunto a mi sobrina adolescente…
-¿No sabes lo que es Uber?, a ver te explico-, responde, usando ese tonito simple, directo y a veces desdeñoso que emplean los adolescentes para explicar algo a los que tuvimos la desdicha o mala suerte de nacer algunas décadas antes que ellos.
–Uber es un servicio internacional de taxis que contratas por celular, para eso tienes que instalar la app (aplicación) y ¡listo!, necesitas un smartphone por si acaso, no uses ese vergonzoso celu de los años veinte que tienes, pides un taxi y te mandan el que está más cerca, dicen que es muy puntual y seguro, pagas después a la empresa con tu tarjeta de crédito o débito…-
Después de semejante explicación, no me queda otra que retirarme, entre agradecido y humilde, mejor comprobar, a ver que dicen Google y Wikipedia sobre el tema…
Al escribir Uber en Google tenemos: Aproximadamente 197.000.000 resultados encontrados.
¡Impresionante!, ya quisiera tener una milésima parte de esas referencias para mis servicios de diseño.
Según Wikipedia: «Uber Technologies Inc. es una empresa internacional que proporciona a sus clientes una red de transporte privado, a través de su software de aplicación móvil («app») que conecta los pasajeros con los conductores de vehículos registrados en su servicio, los cuales ofrecen un servicio de transporte a particulares. La empresa organiza recogidas en decenas de ciudades de todo el mundo y tiene su sede en San Francisco, California.»
Finalmente, una nota pintoresca en la sección de Noticias de Google, la fuente es EFE/EL PAÍS, 08/02/2017:
«Un empresario francés reclama 45 millones a Uber por provocar su divorcio. La plataforma remitió datos de sus desplazamientos al iPhone de su mujer lo que permitió descubrir la infidelidad…»
Con esto uno tiene más clara la figura, todo apunta a un servicio innovador, fácil de usar y que ya puso un pie en nuestro país, al menos inicialmente en La Paz y Santa Cruz.
Conflictos
En la página de Wikipedia, citada al principio de este artículo encontramos:
«Desde su nacimiento, Uber recibió la declaración de guerra de agrupaciones de taxistas en algunas ciudades y reguladores han intentado normar y regular sus operaciones.
En abril de 2016, Uber desembarcó en Buenos Aires. El 15 de abril, los taxistas realizaron más de 25 cortes en calles de esa ciudad, pidiendo exclusión de la plataforma. Cuestionan el lanzamiento del sistema por la amenaza que significa para sus puestos de trabajo.
En Colombia Uber ofrece un servicio de transporte de pasajeros que no está reglamentado, miles de protestas se realizaron cuando esta aplicación entró en servicio en el país, la mayoría de protestantes son Taxistas (Taxis).»
Por contraparte, en nuestro país, la ciudadanía se ha pronunciado en forma unánime -en las redes sociales y distintos medios de comunicación- a favor del ingreso de Uber. ¿No sería insensato rechazar un servicio eficiente, cómodo y seguro?…, cualidades que nuestro transporte público ha perdido hace mucho.
El rechazo viene de dos frentes: los servicios tradicionales de transporte (taxis principalmente), quienes ven en Uber un potencial competidor y riesgo para sus fuentes de trabajo, y por otra parte, las regulaciones propias de cada ciudad.
Tema complicado, ¿verdad?
Hablemos claro, ¿quién no quiere un servicio de calidad, con un conductor amable y respetuoso?
El tema de la educación, higiene y buenos modales (cero música estridente o a un volumen moderado, un «buenos días» y «gracias» que no le quitan nada a nadie), un vehículo limpio y con mantenimiento periódico, etc., son importantes, no cabe duda de eso, pero por sobre todo la seguridad al abordar un vehículo, a la hora que sea, es asunto de vital importancia.
La falta de un sistema de certificación de calidad y controles más rigurosos ha desembocado en el pésimo estado del servicio. Quien toma una movilidad pública debe resignarse a vivir una experiencia temeraria y que pone a prueba los nervios más templados, música a todo volumen, velocidades en calles y avenidas que duplican lo permitido, paradas arbitrarias en cualquier lado y actitudes hostiles que terminan en algunos casos en agresiones físicas, todo esto es pan de cada día para los habitantes de nuestras lindas ciudades.
Exigimos que los choferes tengan categoría profesional en sus licencias de conducir y que lleven visible en sus parabrisas la última roseta de inspección vehicular, ¿acaso ha mejorado con ello un milímetro la calidad del transporte público?
Lo positivo
Se menciona entre las virtudes de Uber que es más económico que el taxi tradicional, todavía no he utilizado el servicio así que no puedo confirmarlo.
Uber no calcula las distancias por taxímetro sino vía GPS, la ruta queda grabada en la aplicación y eso determina un cobro más transparente, al no pagar en efectivo también agrega seguridad y nos libera de molestas situaciones de falta de cambio.
La seguridad nuevamente, ¿cuántos de nosotros al despachar a un adolescente que sale con sus amigos, o al familiar que tomó unas copas demás en la fiesta, no hemos caído en la penosa situación de tomar foto a la placa del vehículo y por poco fotografiar al propio chofer?, con Uber esto sería cosa del pasado, información precisa del taxi, conductor y la ruta precisa estará disponible en nuestro celular.
También, al permitir el ingreso de Uber a nuestras ciudades, se creará una competencia saludable que se reflejará positivamente en la calidad del servicio, incluido el transporte público por supuesto.
¿Y los puntos en contra?
Los taxistas se quejan de una competencia desleal, pues los choferes de Uber no están obligados a cumplir con los requisitos (patentes, registros, controles, etc.) estipulados para el transporte público.
La novedad del sistema y servicio hace que su ingreso a las ciudades entre en conflicto con las regulaciones existentes.
«La Alcaldía señaló que el servicio de Uber es ilegal porque no existe un marco regulatorio para esta forma de transporte urbano. Las autoridades ediles decomisaron placas y multaron con 100 bolivianos a cinco vehículos particulares que estaban trabajando para Uber.»
Fuente: Página Siete
Personalmente, me inclino a apoyar el ingreso de Uber a nuestro país. Nuestros servicios de transporte tradicionales se han degradado a un nivel lamentable, imposible hablar de un transporte de calidad o como Dios manda (¡que me disculpen los ateos!), hemos esperado por mucho tiempo cambios que nunca llegan…
¿Qué opinas del tema? ¿Será Uber un amigo o un enemigo en la solución al problema del transporte público en nuestras ciudades?
¡Que tengas un excelente día!